Efraín "El Cuchillo" Herrera
vivió todo tipo de Clásicos . "Y todos los jugaba a tope, como todos los juegos de mi carrera".
En su época,
"estaba muy marcado quien jugaba por la banda, el extremo, ahí no tenían que al volante o al defensa, era el extremo. Entonces mis clientes eran el “Snoppy” Pérez, el “Concho” Rodríguez, me traía de bajada a Missael Espinoza. En un Clásico le pegué y al minuto uno me amonestaron... No pasa nada, jugué más concentrado. Luego me pusieron a Manolo Martínez, dizque torero, pero era puto, puto, se cambiaba de lado, pero si no había nadie por ahí, me metía al centro a pegarle a Ramón Ramírez".
También fue épica su participación en la campal de la temporada 82-83
.
"Yo me iba a madrear al ‘Pillo’ Dávalos, que era mi cuate, pero estaba en el suelo y me fui con otro. Omar Arellano tenía en el suelo a Alfredo Tena, le hizo un candado, lo tiró al suelo y lo estaba pateando Celestino Morales y el “Checo” Lugo, fui tras ellos, no los alcancé. Me esperé, se había acabado la bronca, y yo dije ‘ni madres’, fui a corretear a Celestino y “Checo”. Corrieron los… El único que se paró a partirse la madre conmigo fue Demetrio Madero, de huevos, todos corrían los putos chivas”.
Y no era que tuviera odio hacia el Rebaño
: “Para nada. Yo de niño le iba a las Chivas. Cuando llegué a primera división y estaba en el Atlas le dije al Güero Saldívar, no te retires, porque tú eras mi ídolo en las Chivas. Todos esos eran mis ídolos... Yo no odiaba a nadie, yo venía de Pumas”.
Había ocasiones en que las peleas, la rivalidad, traspasaban la cancha:
“Cuando fue la bronca campal, nos fuimos a la selección en la tarde. En la noche, creo que fue con (Mario) Velarde, nos fuimos a cenar fuera del Centro de Capacitación. Ahí (Fernando) Quirarte me la hizo de a pedo, y el Chicharito papá (Javier Hernández) se levantó y dijo: ‘aquí es la Selección, no estamos en América y Chivas’. Estaban los De la Torre, el Zully, el Sheriff… Yo sólo me reí y seguí cenando”.