La suspensión de tres partidos a Miguel Herrera , dos de ellos por referirse como “puto” al árbitro Marco Antonio Ortiz Nava, salió más barato de lo que se esperaba.
Si se hubiera seguido el reglamento al pie de la letra, al América le hubieran quitado tres puntos en el Apertura 2019.
De acuerdo con el Artículo 6 del Reglamento de Sanciones de la Federación Mexicana de Futbol, “si los jugadores, los integrantes del cuerpo técnico, los oficiales, los clubes o los espectadores observan un comportamiento que sea de alguna forma racista o que denigre al ser humano, conforme a lo estipulado en el artículo 1 del presente Apéndice, se descontarán automáticamente, en el caso de la primera infracción, tres puntos al equipo del que se trate, siempre que pueda identificarse fehacientemente al infractor”.
El video en el que Herrera le dice “puto” y “maricones” a Ortiz Nava y sus auxiliares se hizo viral en redes sociales y está a la mano para ser visto un sinfín de ocasiones.
Sin embargo, la Comisión Disciplinaria concretó que la suspensión del timonel fue “insultar soezmente a los oficiales del partido”, por lo que no se tocaron las unidades de las Águilas, ubicadas en la posición cuatro de la tabla.
El Artículo 1 señala que "el racismo constituye la humillación, discriminación o ultraje en contra de otra persona, realizado públicamente, de forma que suponga un atentado contra la dignidad humana por razón de su raza, color, idioma, religión u origen étnico, y/o adopte de alguna otra manera una conducta racista y/o que denigre al ser humano".