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América
quedó roto de ira. Tormenta mental que le costó el invicto en 2018, que se quedó en 15 partidos oficiales. El demonio escarlata se regodeó en Santa Úrsula , tras ese acto de maldad.
El Toluca aprovechó el desequilibrio amarillo para fulminar la imbatibilidad águila con el 2-1 a su favor para hacer del Estadio Azteca un infierno.
La pérdida de los estribos azulcremas llevó a Miguel Herrera a empujar a Hernán Cristante, quién respondió con otro empujón. A ese arranque de cólera, le siguió, minutos más tarde, el gol decisivo de Osvaldo González (81’), al rematar un servicio de tiro libre.
El “ Piojo” regresó a ser ese hombre capaz de enloquecer y que le ha costado el trabajo en la Selección Mexicana. Volvió ese chamuco destado. Eso sí, Cristante no de quedó atrás.
En el inicio del choque, América (21 puntos) salió a la cancha decidido a buscar la sonrisa tempranera. Sus circuitos funcionaron a la perfección... durante minuto y medio. Suficiente tiempo para encontrar el alarido del gol, el éxtasis de su parcialidad y la confianza de que sería otra noche triunfal en Santa Úrsula.
Pasaron 90 segundos del arranque del compromiso y con un pase filtrado largo, Jérémy Ménez encontró a Renato Ibarra , quien se enfiló solo hacia el área. Mano a mano que ganó el americanista con tal sencillez que hizo ver al escarlata Alfredo Talavera como un muñeco inserte ante la definición cruzada (2’).
El 1-0 tan pronto provocó que el ánimo azulcrema estuviera a tope. Pudo ampliar la ventaja, pero el francés Ménez cometió una falta previa a un tanto anulado a Oribe Peralta.
Toluca
(24 unidades) a partir de entonces, entendió que de nada le serviría replegarse. Echó mano de un hambriento Rubens Sambueza.
El volante argentino emparejó el trámite del juego con su virtuosismo individual para quitarse marcadores y genialidad para descubrir espacios con sus trazos.
También empató el marcador. Cruzó un rechace al centro de Agustín Marchesín, pidió perdón al Azteca por herir al americanismo (9’). Los Diablos se agigantaron en el coso de Tlalpan con la paridad.
Las Águilas perdieron la estabilidad emocional. Se ganaron tarjetas amarillas Bruno Valdez, Oribe Peralta, Mateus Uribe y Ménez.
Y en un error de marcación , Valdez tuvo que hacerle una carga al pecho al atacante de los mexiquenses, Alexis Canelo. El árbitro Jorge Pérez Durán le sacó la segunda amarilla al defensa emplumado.
La expulsión puso contra la cuerda al América y su invicto en 2018.
Luego vino el exabrupto entre Herrera y Cristante . El timonel amarillo no pudo controlarse y el escarlata le respondió sin miramientos.
Pero la desconcentración pesó más en el ánimo americanista, que terminó por perder el duelo en casa con el tanto de González. No quedan más invictos en el Clausura 2018. El club águila perdió su primer duelo del año y se llenó la cabeza de ira.