El español Álvaro Morata, delantero del Atlético Madrid , regresará el martes a Turín para enfrentarse al Juventus Turín , un club en el que hace cuatro años fue el revulsivo para vivir gloriosas noches europeas.
Morata
tenía 21 años cuando se incorporó al Juventus , en julio de 2019, procedente del Real Madrid a cambio de 20 millones de euros, y su trayectoria en el conjunto turinés fue extremadamente formativa para él y una de las más felices de su carrera.
Conquistó dos "Scudetti" (títulos ligueros), dos Copas Italia y una Supercopa italiana, alcanzó la final de la Liga de Campeones de 2015 , perdida ante el Barcelona y marcó un total de 27 goles, con récord del Juventus de partidos consecutivos viendo puerta incluido.
Todos recuerdos que Morata guarda con cariño, pero que deberá poner a un lado el martes, cuando saltará al campo con la camiseta rojiblanca en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones para hacer bueno el 2-0 logrado en la ida de Madrid.
El delantero madrileño trabajó en el Juventus bajo las órdenes del técnico Massimiliano Allegri y junto a delanteros como el argentino Carlos Tévez o el español Fernando Llorente, con los que se alternaba para formar la pareja ofensiva.
Anotó ocho goles en su primer año en la Serie A, igualando el entonces mejor registro de su carrera, pero las satisfacciones más grandes llegaron en la Copa de Europa, acabada con cinco goles en nueve partidos.
En Europa los goles se pesan y no se cuentan y Morata se salió en el momento de la necesidad del Juventus, al guiarlo hasta la final de Berlín, donde solo el Barcelona del técnico español Luis Enrique Martínez le quitó la corona.
En las semifinales de ese año, Morata hundió al propio Real Madrid, su exequipo, con un gol para el 2-1 de la ida y con otro en la vuelta del Bernabéu, decisivo para el 1-1 que entregó a los turineses el billete para el Olympiastadion.
Un estadio, el de Berlín, en el que el madrileño volvió a marcar. Fue el momentáneo 1-1, antes de que el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar Júnior le dieran la victoria al Barcelona y prolongaran la obsesión europea del Juventus.
Y es que a los tres goles anotados entre semifinales y final de ese año se sumaron otras dos dianas en la edición del año siguiente, contra el Manchester City y el Sevilla.
Cinco goles consecutivos que permitieron a Morata igualar el récord de partidos europeos viendo puerta que ostentaba en solitario el capitán Alessandro Del Piero, toda una leyenda del Juventus.
Su segunda campaña turinesa acabó con la victoria de la Serie A, de la Supercopa italiana y con el triunfo en la final de la Copa Italia en la prórroga contra el Milan, de nuevo con gol decisivo de Morata, que había saltado al campo pocos minutos antes.
Sus prestaciones y compromiso le convirtieron en un jugador muy amado por la afición turinesa, pero, pese a que el Juventus deseara quedarse con el futbolista, en junio de 2016 el Real Madrid ejerció una opción de recompra prevista por el contrato de Morata y le recuperó por cerca de 30 millones de euros.
Su camino siguió entrelazado con el del Juventus , ya que con la camiseta blanca el madrileño acabó 2017 con la conquista de la Copa de Europa, en Cardiff y precisamente contra su exequipo.
El próximo martes, Morata y el cuadro turinés escribirán otro capítulo de su historia, en un choque entre Atlético y Juventus que pone otra vez en juego el sueño europeo.