La Liga MX ha tratado, en las pasadas horas, de dar un golpe a la violencia en los estadios.
La decisión que se ha tomado de dejar fuera a los grupos de animación, porque las barras no existen según el presidente Mikel Arriola, ha sido considerada como la panacea para resolver el problema que volvió a florecer por la gresca en el estadio La Corregidora , entre fanáticos del Querétaro y el Atlas.
Las barras no podrán ingresar a los estadios donde su club juegue de visita.
Pero ¿esto estará permitido por las autoridades civiles? ¿Cómo se clasifica a un grupo como barra? ¿Se impedirá que el fanático que apoya a un equipo visitante, entre con la playera de su club?
Esto ya ocasionó cierta polémica en una ciudad muy futbolera, como es Monterrey .
En el torneo de Apertura 2017, de cara al Clásico regio entre Rayados y Tigres, la directiva del Monterrey decidió que ningún aficionado vestido de tigre, con los colores amarillos y azules, podría entrar a su estadio.
Esto según los Rayados , fue porque 72 horas antes del juego, las autoridades consideraron al juego como de alto riesgo.
Eso sí, eso sólo era para los lugares generales, la gente que iba a los palcos, a la zona más cara, podía ir vestida como sea.
Ante esto, viene la pregunta, con estas nuevas medidas impuestas por la Liga MX y avaladas por la FMF , ¿no está discriminando?
Una persona puede comprar un boleto y si se comporta, ir vestido como quiera apoyar a quien quiera, gritar los goles de quien quiera.
Si alguien va en su auto de un estado a otro para ver jugar a su equipo ¿Cómo se lo van a impedir? ¿Con qué derecho se lo pueden negar?
Si alguien obtiene un amparo, podría ingresar a cualquier inmueble con plena libertad.
Esto era una solución, pero aún es un problema.