Durante un juego del Norwich City donde un aficionado tuvo que abandonar la tribuna para ser cuarto árbitro.
Todo comenzó cuando el juez de linea tuvo que abandonar el juego por una lesión y fue reemplazado por el cuarto árbitro. Sin embargo, no había otro silbante que se quedará en el lugar del cuarto árbitro para actuar como su respaldo.
El silbante Tim Robinson tuvo que detener el juego y hablar sobre la situación con los jugadores de ambos equipos, hasta que un aficionado acudió al rescate.
David Thornhill
entró al campo para cambiarse de ropa, mientras que el árbitro central le explicaba lo que tenía que hacer en los últimos minutos del juego.