Para la afición más radical del Sevilla, Javier Hernández es uno más.
El renombre que forjó desde el Manchester United no los impresiona. Aquello de ser incondicional a la primera, no va con ellos.
Los seguidores quieren que el Chicharito se gane su admiración en la cancha, por lo que Hernández no será ovacionado durante sus primeras actuaciones en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Incluso, en las peñas sevillistas, al delantero mexicano no se le rendirá cántico alguno.
Pasará hasta que marque goles trascendentales y se le exigirá demasiado cuidar el dorsal “14”, porque es uno de los números más venerados por la afición.
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