Las Chivas recibieron una “serenata” en su hotel de concentración, al sur de la Ciudad de México.

Por dos horas, alrededor de 150 aficionados cantaron y brincaron para motivar al Rebaño , que mañana visita al Cruz Azul en el Estadio Azteca.

Después de la bienvenida en el Aeropuerto de la Ciudad de México, los seguidores rojiblancos se trasladaron 18 kilómetros para seguir con los cánticos.

Isaác Brizuela

fue el primer jugador en salir a firmar autógrafos y fue ovacionado por los fanáticos, a ritmo de tambores y trompetas.

Después de hora y media de la atención del Conejo, aparecieron Jair Pereira, Alan Pulido, Raúl Gudiño y Alexis Vega . A lo mejor, escucharon los silbidos de algunos desesperados o, simplemente, terminaron de cenar y pudieron atender a los fieles rojiblancos.

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