Brandin Cooks
, receptor de los New England Patriots tuvo que dejar el Super Bowl LII de manera forzada, debido a una conmoción tras un fuerte golpe que se dio a inicios del segundo cuarto.
El golpe que le dio Malcom Jenkins fue calificado como “una lesión en la cabeza” por lo que quedó totalmente descartado para continuar en el juego, a pesar de que por su propio píe abandonó el campo para ser atendido.
Actualmente las conmociones cerebrales son un tema que están generando mucho eco en la NFL , debido a las negligencias de los equipos.