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alejandro.orellana@clabsa.com.mx
Si hay un equipo del que se habló mucho para hacer cosas grandes en la temporada 2018, es el de los Steelers de Pittsburgh. Tres semanas después, a unos días de enfrentar a Tampa Bay en el Monday Night, el mal ambiente en el vestidor, la negativa de Le’Veon Bell para jugar y una defensiva deficiente son indicios de que hay crisis.
Ben Roethlisberger y los Steelers (0-1-1), viven su peor inicio de temporada en seis años. En 2013 acumularon dos derrotas en las primeras semanas y ganaron hasta la sexta. Al final, terminaron con un récord de 8-8, para quedar fuera de los Playoffs.
Por si el drama no fuera suficiente con el tema de Bell, a mitad de semana el receptor Antonio Brown mostró su inconformidad por el pobre inicio y no se presentó a entrenar el lunes.
En su visita a los Buccaneers, que derrotaron a Nuevo Orleans y al actual campeón, los Eagles de Filadelfia, la maltratada defensiva de Pittsburgh tendrá que batallar para frenar a Ryan Fitzpatrick, quien llega al juego como el líder en yardas en el inicio de temporada, con 819, y a Sean Jackson, receptor con más yardas por aire con 275.
Pittsburgh tiene la quinta peor defensiva con 63 puntos recibidos y un promedio de 388 yardas permitidas por juego, lo que debe cambiar para evitar ser la gran decepción de la temporada.