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Cada ganador del Trofeo Heisman llega con etiqueta de futura súper estrella a la NFL.
No todos los que fueron estelares en el futbol americano colegial se consolidan en la liga profesional, pero los tres nominados de este año al mejor jugador universitario tienen el calibre para formar parte de una franquicia.
Lamar Jackson, quarterback de la Universidad de Louisville; Baker Mayfield, de Oklahoma, y Bryce Love, runningback de Stanford, estarán esta tarde en Nueva York para la ceremonia de premiación.
Jackson es el actual ganador del Heisman. El pasador cursa su tercer año en Louisville y cumplirá 21 años en enero, por lo que podría estar en el Draft de 2018. La estrella juvenil subrayó que todavía no piensa en la NFL. El último jugador en ganar en años consecutivos el trofeo fue Archie Griffin, de Ohio State, en 1974-75.
Mayfield tiene un lugar asegurado en el Draft, ya que cursa su último año en la universidad. El quarterback fue pieza fundamental para que Oklahoma avanzara a los Playoffs de la NCAA. El 1 de enero enfrentarán a Georgia, en el Rose Bowl, por un pase a la final del campeonato nacional.
Sam Bradford ganó el Heisman en 2008, desde entonces ningún jugador de Oklahoma ha triunfado. Bradford, en ocho temporadas en la NFL ya ha jugado para tres franquicias.
Bryce Love es el tercer finalista para llevarse el galardón. El corredor de Stanford acumuló mil 973 yardas por acarreo y 17 anotaciones en la campaña.
A diferencia de cualquier otro premio en el deporte estadounidense, el Heisman destaca por tener como figura a un atleta en acción. De acuerdo con el New York Times, cada año el trofeo de bronce es distinto, ya que no hay un molde específico y está hecho a mano. Un reflejo de que cualquier ganador es especial.
