La NFL anticipa contar con un 20 por ciento de capacidad en el Raymond James Stadium, en Tampa Bay, para el Super Bowl LV, alrededor de 13 mil aficionados.
El partido más importante de la temporada, a disputarse el 7 de febrero, tendría fanáticos en la tribuna, reportaron medios locales.
En la presente campaña, los Buccaneers, equipo que juega en el recinto mencionado, ha permitido un aforo limitado en dos cotejos, un promedio de 10 mil espectadores por encuentro.
Sin embargo, la NFL toma control de la logística del estadio durante las semanas previas del Super Bowl, por lo que será la misma organización, junto a las autoridades locales, la que decidirá si abre o no el recinto y la cantidad.
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A pesar de que los Bucs, de la mano de Tom Brady, son aspirantes a llegar hasta febrero y convertirse en la primera franquicia en disputar el juego por el trofeo Vince Lombardi en su casa, no tendría voz sobre el aforo, en caso de cumplir con su objetivo.
Según con información de Adam Schefter, la NFL impondrá medidas sanitarias y un uso obligatorio de cubrebocas, como lo ha hecho durante la temporada regular en los recintos abiertos, debido a la pandemia de Covid-19.