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El gesto de Ed Reed cambia radicalmente. Antes de preguntarle respecto a las lesiones que produce el futbol americano y si había sufrido conmociones durante su carrera, sonreía y se mostraba sereno.
Tras escuchar esa pregunta, su voz es grave. Tiene un semblante solemne y la mirada fija en el interlocutor.
“Tengo una lesión en el hombro y otra en la cadera”
, responde a EL UNIVERSAL Deportes el exsafety de los Ravens de Baltimore y miembro del Salón de la Fama. “Ambas lesiones me provocan dolor y no puedo hacer un buen swing cuando juego golf. Y sí, tuve dos conmociones a lo largo de mi carrera”.
Las conmociones que sufrió Reed fueron poco sonadas en la NFL , al igual que las de muchos jugadores actuales y retirados que sufrieron golpes fuertes en la cabeza.
En la última década han quedado registros de exjugadores que sufrieron los estragos de las conmociones y de su enfermedad más severa: la encefalopatía traumática crónica (CTE) , un mal que causa jaquecas, pérdida de memoria, comportamiento violento y, en casos severos, pensamientos suicidas.
El excentro de los Steelers de Pittsburgh, Mike Webster, y otros 110 exjugadores fallecidos fueron diagnosticados con esta enfermedad, tras un estudio de la neuróloga Ann McKee y publicado por el diario The New York Times en 2017.
“A veces olvido dónde dejé las llaves, cuando apenas las acababa de tener en las manos. Pienso que podría tener síntomas [de ETC]. Pero todos los que jugamos futbol [americano] estamos expuestos a esto. Es uno de los riesgos”
, dice Reed.
El exdefensivo, por ahora, no sabrá en vida si tuvo la enfermedad, debido a que aún no hay un estudio que lo pueda demostrar, salvo un análisis posterior a la autopsia.
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