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La inédita final de la ONEFA , entre Águilas Blancas y Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional, estuvo marcada de inicio a fin por la reventa, que se apoderó de los boletos y que vendieron los últimos disponibles aún cuando el partido estaba en marcha.
EL UNIVERSAL Deportes hizo un recorrido alrededor del estadio Azul, donde se disputó el partido, y pudo constatar que al menos 15 revendores se acercaban a ofrecer las entradas a los aficionados.
Los boletos, según ellos, eran para la zona central del inmueble.
Los precios de los boletos, tres horas antes del encuentro, alcanzaban los 500 pesos e iniciado el partido bajaron a 250. El precio para adquirir las entradas, por medio de la boletería Front Ticket, era de 70 pesos, pero ahí se agotaron en cuestión de minutos.
En la semana, este diario informó como decenas de aficionados se quejaron de cómo se había apoderado la reventa de las entradas para la final. Ante las quejas, las autoridades del IPN vendieron dos mil entradas más, pero fueron insuficientes para la demanda de boletaje y también para la cantidad de entradas que ya tenían los revendedores.
La final entre Águilas Blancas y Burros Blancos también marcó la primera final entre las instituciones del IPN en Liga Mayor en más de 30 años. La última fue entre Pieles Rojas y Águilas Blancas en 1989.