Oregon Ducks
y Wisconsin Badgers serán los equipos que participarán en el tradicional Rose Bowl , el Tazón más antiguo del fútbol americano colegial de la NCAA.
El cubano-estadounidense Mario Cristóbal, entrenador de los Ducks, considera que está en un viaje de negocios, y se cercioró de que sus jugadores entrenaran en cuanto llegaron a Los Ángeles en Navidad.
Paul Chryst, coach de los Badgers , confía en que sus jugadores puedan mantener el equilibrio entre las prácticas y actividades que les permitan disfrutar la antesala del partido.
Pese a estas posturas diferentes, tanto Oregon (7mo) como Wisconsin (11mo) esperan estar en su mejor nivel para este 1 de enero, cuando se enfrenten.
“Sí, nos ganamos la oportunidad de disfrutar todos estos eventos, de venir a Disney, ir al Beef Bowl y hacer cosas así. Pero en realidad, nos ganamos también la oportunidad de jugar otro partido, así que realmente estamos acá para hacer eso”, dijo Zack Baun, linebacker de los Badgers.
Tras el primer título de conferencia de Oregon desde 2014, una victoria en el Rose Bowl confirmaría que Oregon se ha restablecido como el mejor programa de la Pac-12, al terminar la década en la misma posición que tenía al comenzarla.
“Creo en las buenas rachas”, dijo Cristóbal. “El impulso es tal vez el mayor monstruo en el fútbol americano colegial. Pienso que, cuando miras el colegial, a diferencia del profesional, te das cuenta de que los chicos de la NFL pueden poner un pie en el terreno y frenar el impulso del otro equipo para revertir la situación. En el colegial hay casi un efecto de inercia”.
Wisconsin (10-3) jugará el Rose Bowl por quinta vez en 10 años. Baun opinó que este partido sigue siendo el parámetro del éxito.
“Cuando te reclutan en Wisconsin, te muestran la historia y lo que el Rose Bowl significa acá”, indicó. “Está en los muros, uno lo ve por todos lados. Oyes historias sobre ir al Beef Bowl o no. Pero para este equipo es algo realmente especial estar aquí y tener la oportunidad”.