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Con el despido del corredor de los Chiefs de Kansas City, Kareem Hunt, después de publicarse un video en el que empuja y patea a una mujer, la NFL y los equipos enviaron un mensaje claro: No tolerarán ningún tipo de violencia.
Después de la difusión de la grabación, los Chiefs anunciaron el corte de uno de los prospectos más grandes de la Liga. En su historia, la NFL se ha caracterizado por cuidar que su contenido sea sano para los aficionados, que en gran parte son niños.
En 2014, el corredor estrella de los Ravens de Baltimore, Ray Rice fue despedido después de golpear brutalmente a su esposa en el elevador de un hotel en Nueva Jersey. Rice fue despedido cuando tenía 27 años de edad y un par de temporadas por delante, y no volvió a pisar un emparrillado.
En 2016, el ex pateador de los New York Giants, Josh Brown, seleccionado para el Pro Bowl en 2015, admitió haber agredido verbal y físicamente a su esposa, por lo que fue expulsado del equipo.
El ex jugador de Seattle y Rams fue habilitado por la liga para firmar por el equipo que el quisiera, pero las 32 franquicias le cerraron las puertas.
En 2015, el ala defensiva Ray McDonald, terminó su carrera prematuramente cuando fichó por los Bears , al ser acusado de agresión a una mujer y un menor. Durante el proceso legal, también fue acusado por perjurio.
Pese a oponerse a estas conductas, existen jugadores que han violado las políticas de conducta personal, pero que no han recibido castigos tan drásticos.
En 2016, el corredor de Dallas, Ezekiel Elliott, fue suspendido con solo seis juegos por un altercado físico con una mujer.