Pasaron 10 días para que la NFL hablara públicamente de la equivocación que cometieron los réferis al no sancionar una interferencia en la Final de la Conferencia Nacional y lo hicieron recargándose sobre la frase más fácil “los árbitros son humanos y cometen errores”.
El comisionado caminó cuidadosamente sobre la viga de equilibrio que sabría que le pondrían cuando se hiciera la pregunta sobre ¿qué pasó en el juego entre los Rams y los Saints por el campeonato de la NFC ? En su discurso inicial, Goodell omitió el tema y fue hasta los 10 minutos del inicio de la conferencia cuando tuvo que hablar del tema.
“Entiendo la frustración de los fans de los Saints. Nuestros oficiales son humanos y se pueden equivocar. La tecnología no va a solucionar todos los asuntos”, respondió Goodell.
Continuando con su explicación, Goodell reveló que tuvo una llamada con el entrenador de los Saints, Sean Payton después del domingo trágico en Nueva Orleans y aunque no quiso divulgar detalles, enfatizó que el golpe del defensivo de Rams Nickell Robey-Coleman sobre el receptor Tommylee Lewis, debió ser llamado como castigo.
“Fue una jugada que mereció castigo".
La interferencia ocurrió con menos de dos minutos en el cuarto periodo y con el marcador 20-20.
El comisionado contó, que desde hace más de una década se ha propuesto añadir a las planillas, un octavo árbitro que pueda sancionar castigos viendo el monitor, pero que la propuesta ha sido votada en contra al considerar que entorpecería el juego con sanciones en cada jugada.
El entrenador de Saints, Sean Peyton habló por primera vez después de la derrota en casa contra los Rams y señaló que ha sido tan difícil la decepción que por varios días permaneció sin salir de casa, comiendo helado mientras veía Netflix.
“Todos tenemos diferentes formas de superar las grandes pérdidas. Yo te diré que pasé tres días en mi casa con helado”.
Goodell señaló que aunque la NFL añadiera un octavo réferi, los errores arbitrales aún serían una posibilidad, porque son humanos y se equivocan.