ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Cuando el 26 de enero de 1986, el coach de los Rams, Sean McVay nació, su abuelo John ya presumía dos anillos de Super Bowl (1982 y 1985), como vicepresidente de operaciones de los 49ers de San Francisco, y se encontraba junto con el entrenador Bill Walsh armando el equipo para conseguir otro.
Casi 32 años después, Sean McVay encarará su primer partido de Playoffs como el coach más joven en la historia de la NFL con un pedigrí que tiene origen en Walsh, amigo de su abuelo y responsable de al menos 29 entrenadores, incluidos ocho actuales, que fueron asesorados por los asistentes de Bill, sus asistentes o los asistentes de sus asistentes, expandiendo su filosofía como un árbol genealógico a lo largo de generaciones que ahora toca a los millennials.
Hasta el momento, la herencia de Walsh en la NFL incluye seis entrenadores que consiguieron un Vince Lombardi. McVay podría ser el séptimo, si logra sortear en esta postemporada una aventura de cuatro partidos que arrancan hoy contra los Falcons.
Sean fue el coordinador ofensivo de los Redskins de Jay Gruden de 2014 a 2017. Éste fue asistente de su hermano Jon, entrenador de los Buccaneers en el campeonato que lograron en el Super Bowl XXXVII al derrotar a Raiders.
Mientras que Jon Gruden fue discípulo de Mike Holmgren, también campeón de la NFL y un heredero directo de Walsh.
Los Rams vuelven a disputar un juego de Playoffs en Los Ángeles, desde el 4 de enero de 1986, 20 días antes de que naciera McVay.
Al igual que hizo Walsh con San Francisco al tomar al equipo que venía con récord perdedor (2-14) y llevarlos en su primer año a la postemporada , McVay lo hizo con Los Ángeles (4-12).
Los Rams no disputaban un partido de Playoffs desde la campaña de 2004, cuando pertenecían a San Luis y perdieron en la ronda divisional con los Falcons, su rival para esta noche.
El millennial McVay, considerado un genio ofensivo y un revulsivo de quarterback, cosechó una ofensiva que terminó como líder en puntos por partido (29.9). Por segunda vez en la historia, un equipo saltó en un año del último peldaño (14 puntos en 2016), al primero.
Apoyado por el cuerpo de receptores más rápido de la NFL, según estadísticas de Sportradar (21.43 km/h promedio al correr las rutas), el quarterback Jared Goff sumó 3,804 yardas por pase con 28 touchdowns, 7 intercepciones y un rating 100.5 para ser el tercero en la historia de la franquicia con un índice mayor a 100 puntos.
Los números de Goff este año doblan a la campaña pasada porque jugó la mitad de partidos, pero su porcentaje de pases incrementó de 54.6% a 62.1 por ciento.
La versatilidad de la ofensiva de los Rams en gran medida es gracias al corredor Todd Gurley, quien totalizó 2,093 yardas combinadas, con 19 touchdowns.
Enfocado en el ataque por la filosofía que arrastra, McVay dejó la responsabilidad de la defensiva en Wade Phillips (70 años de edad), quien cuando nació Sean ya tenía 10 temporadas de experiencia en la NFL.