Los colaboradores que trabajan en la Liga de Futbol Americano Profesional han sufrido un calvario para que pudieran cobrar sus salarios atrasados; incluso, de años pasados.
Resulta que cuando estas personas se acercaron, por enésima ocasión, la presidencia de la LFA les dijo que simplemente no tenía dinero para pagarles y estos empleados no tuvieron otra opción que entablar charlas con algunos de los franquiciatarios de los equipos, para exponerles su situación.
Estos directivos de equipos decidieron absorber algunas de las deudas y pagarle a los colaboradores, a cambio de que la cúpula de la LFA tomara ese pago como una parte de su “aportación anual”, un depósito que tienen que pagar por “cobijar” a un equipo.