Se suponía que los Patriots tendrían una temporada invicta y en la primera semana el pronóstico colapsó. No ha sido la marcha perfecta que se pronosticó, pero con Bill Belichick, Tom Brady y los Patriots, ¿no ha sido ese el punto siempre?
Su grandeza se forja con su imperfección. Belichick fue un fracaso en su primer trabajo como entrenador en jefe de la NFL con Browns. Brady fue seleccionado en la sexta ronda del Draft y con eso en contra han hecho que el triunfo se convierta en rutina y la rutina en grandeza.
Cambiaron la mentalidad de una organización perdedora.El octavo viaje al Super Bowl de Nueva Inglaterra en la era Belichick-Brady está en marcha. Una victoria contra los Eagles los separa de su sexto Vince Lombardi, con lo que empatarían a los Steelers como las organizaciones más ganadoras.
Sólo Cowboys de Dallas, Steelers de Pittsburgh y Broncos de Denver han estado en la misma cantidad de Super Bowls que el binomio Belichick-Brady. En total, los Pats tendrán su décima aparición por el título de la NFL, la novena desde que los compró Robert Kraft, el dueño que más ocasiones ha visto a su equipo en esta instancia en la historia de la Liga.
Por probabilidades, es casi imposible que vuelva a existir una dinastía que en 16 temporadas haya disputado siete años consecutivos la Final de la AFC, con ocho Super Bowls y la posibilidad de un sexto Vince Lombardi.
Brady y Belichick tienen 15 temporadas con 10 o más triunfos. Llegar a estos números no es cosa fácil y es tan complicado como mantener sana una relación.
Si ganan mañana se convertirán en el noveno equipo que es bicampeón, algo que ya hicieron en 2003 y 2004. Únicamente Pittsburgh ha logrado títulos en años consecutivos en par de ocasiones.
Los números de los Patriots quedarán para siempre. Belichick y Brady son próximos miembros del Salón de la Fama, pero el mayor legado de este equipo fue que convirtió la rutina en grandeza.
