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El ex quarterback Brett Favre reconoció que jugó conmocionado la final de la Conferencia Nacional en 2009 cuando formó parte de los Vikings.
Favre, quien hoy estrena el documental Shocked: A Hidden Factor in the Sports Concussion Crisis, que trata de las lesiones cerebrales que causa el deporte, reconoció que aquel partido contra los Saints fue el más violento que experimentó en sus 20 años de carrera.
En teleconferencia con medios de Estados Unidos, el ex pasador de Packers apuntó que una conmoción no necesariamente noquea al deportista, pero que el nuevo protocolo sí establece sacarlo del campo.
“Una conmoción no te deja necesariamente noqueado y fuera del juego, sin embargo, el nuevo protocolo vigente dice que te deben sacar del terreno, aun si no caminas de lado, o tu brazo se pone rígido, o lo que sea”, declaró Favre.
Contra los Saints, Brett sufrió de zumbidos en los oídos, vista nublada con luces verdes y se mantuvo en el campo.
Los Saints derrotaron a los Vikings en tiempo extra. Favre culminó con 310 yardas, un touchdown y dos intercepciones.
Dos semanas después, Nueva Orleans doblegó a Colts en el Super Bowl para conseguir su primer campeonato.
“Puedes ser capaz de funcionar con varias dolencias y ruidos que no son normales. En ese juego, había algo de zumbidos y algo de visión nublada. Hubo dos veces en que fui golpeado tarde por [el ex safety de los Saints] Darren Sharper. Arremetió contra mi cabeza y ambos golpes fueron demoledores, pero me quedé en el juego. En uno mostraron un pañuelo, en el otro, no. Por qué no mostraron el otro, no tengo idea”, reflexionó Favre.
El entrenador de los Saints, Sean Payton, fue castigado por la NFL al descubrirse que se recompensaba a los jugadores por cada rival que lastimaban.