Justo en la semana de ese partido en el que la NFL presume todo el circo mercadotécnico que la rodea, diversas investigaciones periodísticas han mostrado el lado oscuro de una liga que lucha contra las críticas por el riesgo que experimentan sus jugadores y el marcado descenso de interés en la población, lo que inevitablemente se refleja en el rating.
El nuevo traspié viene del Wall Street Journal, que presenta una investigación sobre la polémica que rodea a una liga que mañana vivirá su final.
Según lo publicado en el reporte, que incluye una encuesta realizada de manera conjunta con la cadena NBC, los niveles de audiencia en los encuentros cada vez son menores, aunado a que muchos padres ya no consideran al futbol americano una disciplina que deban practicar sus hijos. La disciplina se mantiene, mas preocupan severamente las consecuencias que deja el golpeo sobre el emparrillado.
El sondeo arroja que, en términos generales, la popularidad de la NFL ha descendido 9% desde 2014, aunque hay algunos sectores específicos de su público que presentan descensos de popularidad más alarmantes.
La muestra, recogida con 900 adultos entre el 13 y el 17 de enero, ofrece que el 51% de los hombres entre 18 y 49 años de edad siguen a la liga de forma “muy cercana”, lo que significa una importante disminución a lo respondido hace cuatro años, cuando el 75% de las personas en ese rango contestaron estar muy al tanto de lo que rodea a la NFL.
Polémicas como las generadas por el protocolo de conmociones cerebrales y la disputa racista iniciada por Colin Kaepernick, ex quarterback de los 49ers de San Francisco, con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también han perjudicado —según la pieza del Wall Street Journal— la imagen de la liga ante una sociedad que ya no luce tan segura de que sea la mejor opción para ser una influencia positiva en los niños, especialmente.
En la propia encuesta, el 53% de las madres reconocieron que no dejarían a sus hijos practicar futbol americano, debido al riesgo de sufrir alguna conmoción cerebral. En 2014, sólo el 40% respondió de la misma forma.
Y, en términos generales, el 49% de los matrimonios reconoció que no permitiría que sus niños practicaran futbol americano de manera organizada. Y la principal causa son las secuelas que dejan las conmociones cerebrales. En 2014, el porcentaje con esa respuesta era seis puntos menor.
Esta negativa también tiene que ver con la percepción que se tiene sobre las acciones que la propia liga realmente hace para proteger a sus integrantes. El 32% de los encuestados consideraron que la NFL no tiene las medidas necesarias para reducir el peligro que corren los jugadores, cifra 11% mayor a lo contestado hace poco menos de cuatro años. El margen de error es de más menos 3.27%, pero las cifras arrojan que la NFL —pese a su buena mercadotecnia— pierde popularidad en EU.