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Para la nueva temporada, la NFL estrenará dos estadios, uno en Los Ángeles y otro en Las Vegas, recintos que estarán cerrados durante el 2020, a pesar de las fuertes inversiones que hicieron los equipos.
El SoFi Stadium será la casa de los Rams y de los Chargers, ubicado en Inglewood, California, con un aforo para 72 mil personas. Las butacas estarán vacías para su inauguración, que tendrá a los Cowboys de Dallas como padrinos.
La gran sensación de este inmueble, con un gasto de 5 mil millones de dólares, es la pantalla de dos lados pegada al techo transparente y que pesa casi 9 908 mil kilogramos. La construcción del estadio californiano empezó hace tres años y planeaba tener su gran apertura con un concierto de Taylor Swift, cancelado por la pandemia de Covid-19.
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El recinto será sede del Super Bowl LVI, de los Juegos Olímpicos de 2028 y se busca que la final de la Copa del Mundo 2026 se dispute sobre su césped, aunque compite con el MetLife Stadium de Nueva York.
Los Rams y Cowboys se miden este domingo, a las 19:20 horas, en el primer Sunday Night Football de la temporada 2020, en la presentación de este nuevo estadio, construido bajo una fuerte inversión de Stanley Kroenke, propietario de la franquicia de Los Ángeles.
Mientras que en Las Vegas, los Raiders estrenan el Allegiant Stadium, que será el primero en Estados Unidos en no aceptar dinero en efectivo durante sus eventos.
De acuerdo con el equipo y la administración del recinto, el estadio está ubicado para visitantes y habitantes de la Ciudad del Pecado, completamente cerrado y con clima controlado con una capacidad de 65 mil espectadores. Es tecnológicamente avanzado, albergará entretenimiento de clase mundial, incluidos conciertos y eventos deportivos. Su construcción costó 1.85 mil millones de billetes verdes.
Los Raiders, que se mudaron de Oakland a Las Vegas, comunicaron que toda la temporada 2020 no recibirán aficionados en su nueva casa, que será inaugurada hasta el lunes 21, cuando los Saints visiten Nevada.
