En la temporada pasada nos acostumbramos a leer varias historias de amistades rotas, vetos médicos, jugadores castigados, que si bien públicamente fueron rechazadas por los actores de primer plano, sí desestabilizaron el vuelo —no hablamos de su avión privado—, de los Patriots.
¡Bueno! Aquí vamos otra vez con una novela de misterio respecto a Tom Brady.
Mientras reportes de la prensa en Boston señalan que Brady no ha confirmado a nadie de los Pats que volverá a jugar, medios nacionales de Estados Unidos sostienen que el quarterback está buscando un nuevo acuerdo.
Los Patriots tienen un historial de extender los contratos con Brady cuando faltan dos años, por lo que ahora no se entiende que el pasador busque una renegociación, en la cual fuentes citan que esperaría ganar arriba de 15 millones de dólares por campaña.
Tom, quien cumplirá 41 años en agosto, insistió desde hace tiempo en que planea jugar hasta que llegue a los 45 años, rechazando reiteradamente las persistentes solicitudes de su esposa para que se retire.
La especulación crece cuando se aproxima el Draft y a Bill Belichick ya le gustaría saber qué pasará con Brady y cuánto tiempo más puede contar con él.
También hay preguntas sobre el futuro del ala cerrada de los Patriots, Rob Gronkowski , quien no asistió a la semana de apertura del programa de entrenamiento de temporada baja del equipo.
El quarterback tampoco estuvo en el inicio del campamento y no se espera que participe mucho, si es que lo hace. No es la primera vez que se pierde parte del programa de temporada baja; también sucedió en 2008, 2009 y 2010.
El quarterback tiene planeado pasar más tiempo con su preparador físico Alex Guerrero, quien el año pasado fue tema de discusión por el poder que adquirió entre varios jugadores del equipo, sin ser personal contratado por Nueva Inglaterra, que ya comienza con turbulencias.