Más Información
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
PAN exige renuncia de Rubén Rocha Moya; Claudia Sheinbaum sigue protegiéndolo en “complicidad vergonzante”
No cesaremos ni nos rendiremos en nuestro llamado a la paz y justicia: Iglesia; pide ser persistentes en exigencia
Con reformas laborales, expertos ven estrategia de Morena; van a fortalecer su número de simpatizantes
El Vampiro es uno de los últimos ídolos de la lucha libre mexicana . Durante la década de los 90, las arenas en las que se presentaba se abarrotaban para verlo en el cuadrilátero. Sin embargo, esto sólo queda en la memoria de la afición, ya que el gladiador no tiene recuerdo alguno de esa época, debido al Alzheimer que padece.
“No recuerdo a ese Vampiro, no me acuerdo de los 90. Para mí, yo tengo 18 años no 55", declaró en exclusiva a EL UNIVERSAL Deportes.
Desde hace más de tres años el Vampiro fue diagnosticado con Alzheimer. Este trastorno lo alejó de la lucha libre y por ello en su regreso a los cuadriláteros con Triple A disfruta de la pasión que le transmiten los aficionados desde las gradas.
Leer también: Santos sin miedo ante un América que parece que despertó
“Soy fan de fans. Disfruto que compren un boleto para verme, porque quiero saber por qué gritan Vampiro, por qué cuando escuchan mi música se emocionan, quiero que me lo digan, porque no me acuerdo”, señaló el luchador.
En 2019 el gladiador fue diagnosticado con Alzheimer, enfermedad que actualmente tiene controlada, como si se tratara de un rival en ring.
“Antes me deprimía, pero ya sé que es algo que no me voy a quitar y no voy a mejorar, pero sí lo puedo frenar”, indicó.
Durante estos años el Vampiro ha realizado cambios en su día a día que lo mantienen “feliz”.
“Estoy adaptando mi vida completamente, porque esto no son 10 o 15 minutos de mal humor, es una condición con la que vivo todos los días”, señaló.
El entender su estado de salud provoca en el gladiador una motivación, porque la ovación del público le genera una energía que irradia con mortales, vuelos, llaves y contrallaves con las que quiere levantar de sus lugares a los asistentes.
“Llego a la arena y estoy feliz, estoy en una etapa donde puedo disfrutar de la afición, estoy limitado por mi edad y mis lesiones, pero me vale, yo voy con todo”, concluyó.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión muchas opciones más.