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Liarse a golpes con un aficionado, tras la semifinal copera en la que el FC Juárez superó a los Pumas, podría ser una simple anécdota para Bruno Marioni, por más que comparezca ante la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol para explicar su comportamiento, ese que hoy le tiene en el ojo del huracán.
El órgano encargado de dictaminar sanciones en el balompié mexicano comenzó una investigación contra el Barullo por presuntas infracciones a cuatro artículos del Código de Ética, sobre todo el 28, en el que se estipula que “los Jugadores e integrantes del cuerpo técnico, no cometerán, ni tolerarán ningún tipo de conducta agresiva o violenta en contra de los adversarios, oficiales o espectadores”.
Marioni lo hizo, pero la provocación sufrida al pasar cerca de la multitud lo salvará.
“Hay que analizarlo muy bien. Obviamente, no vamos a tener más que las declaraciones de Marioni, porque es el único afiliado de los que están involucrados en el problema, pero vamos a ver qué es lo que nos dice él, el comisario [Héctor Canchola]”, dijo un integrante de la Disciplinaria, consultado por EL UNIVERSAL Deportes y que prefirió el anonimato. “Necesitamos muchos elementos para poder llegar a una conclusión”.