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El patinador mexicano Donovan Carrillo recibió en Nueva York el premio Will Sears a la persistencia en su pasión por este deporte, reconocimiento que describió como un "motivación" para su joven trayectoria.
El patinador artístico explicó que tras haber cumplido en febrero su sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos de Invierno su meta es "quedar entre los primeros quince lugares en una competición mundial", algo que reconoce muy difícil por el nivel pero que persigue "con hambre de lograrlo".
Carrillo, de 22 años, se presentó en la Gran Manzana tras debutar en el Grand Prix de patinaje artístico en Norwood , Massachusetts, que mencionó como una "grata experiencia".
En ese sentido, reconoció estar disfrutando del público de Estados Unidos: "El patinaje es un puente para nosotros los latinos y los mexicanos en todo el mundo, y me siento conectado con ellos. Hay mucha gente que emigró y tiene historias difíciles, con esfuerzo y sacrificios", explicó.
El finalista olímpico sostuvo que empatiza con esos emigrantes y que la posibilidad de que se identifiquen con él es algo que le motiva a seguir creciendo, a lo que añadió: "El patrón que nos conecta es que los que nos ponemos los límites somos nosotros mismos".
Además de ese lema, el deportista anima a sus seguidores a "luchar por los sueños", como hizo aquel niño de Zapopan que logró su sueño de patinar en los últimos 14 años, y "aprovechar las oportunidades a su alcance, aunque no sean las mejores".
Carrillo, que ya mira a las Olimpiadas de Milán de 2026 , asegura que el "tiempo pasa volando" y tiene que crecer al mismo ritmo que su deporte, por lo que sigue un duro entrenamiento de unas 6 o 7 horas diarias, la mitad en pista de hielo, "para cumplir con un nivel deportivo óptimo".