Deshaun Watson llegó a un acuerdo con la NFL y cumplirá una suspensión de 11 juegos sin goce de sueldo y pagará una multa de $5 millones en lugar de arriesgarse a perderse su primera temporada como mariscal de campo de los Cleveland Browns luego de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Watson fue acusado de agresión y acoso sexual por dos docenas de mujeres mientras jugaba para los Houston Texans. La liga había tratado de suspenderlo durante al menos un año por violar su política de conducta personal.
Como parte del acuerdo, que concluye el proceso disciplinario, Watson también se someterá a una evaluación profesional por parte de expertos en comportamiento y seguirá su programa de tratamiento, dijo la NFL en un comunicado.
“Estoy agradecido de que el proceso disciplinario haya terminado y muy agradecido por el tremendo apoyo que he recibido durante mi corto tiempo con la organización de los Browns. Me disculpo una vez más por cualquier dolor que esta situación haya causado. Asumo la responsabilidad por las decisiones que tomé”, dijo Watson en un comunicado emitido por el equipo. “Mi enfoque en el futuro es trabajar para convertirme en la mejor versión de mí mismo dentro y fuera del campo y apoyar a mis compañeros de equipo en la medida de lo posible mientras estoy lejos del equipo”.
El 1 de agosto, el tres veces jugador de Pro Bowl fue suspendido seis juegos por Sue L. Robinson, una ex jueza federal designada conjuntamente por la liga y el sindicato para actuar como oficial disciplinario independiente.