Uno de los objetivos de la nueva administración de Cruz Azul, es construir su nuevo estadio. Aunque se crea que el proyecto está detenido, esto no es tan cierto, porque la intención de una nueva casa para el equipo está más latente que nuca, ya que la afición cementera quiere su propia cancha y dejar de ser un invitado, cómodo o incómodo en el estadio Azteca.
Pero para que eso se dé, se necesita tener capital suficiente, entrada de todas las plantas cementeras propiedad de la Cooperativa La Cruz Azul.
La recuperación de la planta de Jasso, Hidalgo, que desde hace dos años se encuentra en poder del grupo que aún apoya a Billy Álvarez y Guillermo Sarabia, es fundamental para que a la empresa cementera le ingrese de un 30 a un 40 por ciento más de su presupuesto actual.
Obviamente, si la Cooperativa aumenta sus ingresos, en el equipo de la Liga MX, también se aumentará, para de esta forma poder, además de comenzar la construcción del estadio, traer nuevos refuerzos, tanto nacionales como extranjeros.
Este día se realizó una marcha, encabezada por Víctor Velázquez y José Antonio Marín , directivos de la cementera y del club de futbol, esperando que junto a las autoridades en Pachuca, Hidalgo, se pueda encontrar una solución a este conflicto.
Así como la planta de Jasso no se puede utilizar, lo mismo sucede con el Estadio 10 de diciembre, donde comenzó la historia del equipo cementero y que en los últimos años era semillero de los futuros jugadores del primer equipo cementero.