Cuando Gonzalo Montiel anotó el penalti de la victoria albiceleste en el estadio Lusail, Lionel Messi saldó una cuenta que tenía pendiente consigo mismo y con todo el pueblo argentino: ser campeón del mundo.
Además, con el tercer título de la selección argentina, concluyó un debate que ha imperado en el mundo futbolístico por más de 10 años. Elegir al mejor jugador de nuestros tiempos parecía imposible, pero ya no.
La lucha siempre fue pareja y se imponía el comentario subjetivo. Llegaron los títulos de la Eurocopa (2016) y Nations League (2019) para Portugal... La balanza se cargó para el lusitano.
Lionel llegó a 42 títulos y tiene en puerta su octavo Balón de Oro, mientras que Ronaldo, su eterno rival con 34 cetros, terminó su paso por Europa para jugar en el Al-Nassr de Arabia Saudita.