Futbol

Cambiar leyes evitará amaños en México

El abogado Ricardo de Buen señala que aunque no se ha comprobado nada, hay que tomar medidas para eludirlos

Eloísa Sánchez de Alba. IMAGO7
31/10/2018 |01:32Édgar Luna Cruz |
Redacción El Universal
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edgar.luna@eluniversal.com.mx

La vulnerabilidad del deporte mexicano en el tema de las apuestas ilegales, de los amaños de partidos, crece día a día, crece hora con hora y lo hará más si es que las leyes mexicanas y las leyes deportivas no cambian en lo que respecta a las sanciones sobre el tema.

Ricardo de Buen, abogado experto en legislación deportiva hace el llamado: “Somos vulnerables y lo seremos más si es que no se hacen cambios en las legislaciones a todos los niveles. Hay que tomarlo en serio”.

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Antes que nada aclara: “Hasta el momento, nadie puede probar que haya existido amaño en algún partido en el deporte mexicano, llámese futbol u otro. Si hay una investigación, no se filtraría en una reunión privada, a esos niveles sólo sale a la luz hasta que se tenga algo tangible. No aseguro nada, pero lo veo poco probable”, dice el jurista a EL UNIVERSAL Deportes.

Se ha descubierto “que se han amañado partidos en 50 países en diferentes deportes durante muchos años y algunos países y federaciones han tomado medidas para prevenir esto, pero en México no, no se toma en serio, y ya es momento de hacerlo”.

Los pasos a dar son muy sencillos, “es modificar leyes deportivas y civiles para combatir y sancionar de manera fuerte estos actos, además de la educación”.

Y... ¿qué sanción hay ante esto? “Mínima. Ni en el código penal, ni en la de ley de cultura física y deporte, menos en los códigos de ética en las distintas federaciones se castiga con severidad”.

En el resto del mundo estas acciones “ya se consideran como un dellito grave. Así que debemos de cambiar el cógido penal e incluirlo como lo que es”.

El futbol como el deporte más popular del mundo, también “es de los más vulnerables, junto con el tenis y el cricket. Hay candados que ponemos poner y estamos a buen tiempo de hacerlo, sólo es cuestión de que se tome en serio el asunto”, para no llorar después.