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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Al empezar el año, Jaime Munguía era considerado un prospecto al que el poder de sus puños tarde o temprano lo llevaría a las grandes ligas del boxeo.
Pues bien, la oportunidad le llegó temprano al tijuanense, quien esta noche peleará por el cinturón superwelter de la Organización Mundial de Boxeo contra el estadounidense Sadam Ali.
Munguía cobró fama en los primeros días de abril, luego de que la Comisión Atlética de Nevada no permitió que enfrentara a Gennady Golovkin el 5 de mayo. El joven de 21 años fue propuesto como bombero para salvar la fecha para GGG, quien no pudo enfrentar a Saúl Álvarez.
El par de días que Munguía fue el “rival oficial” de Golovkin le sirvió para adquirir fama dentro de los encordados.
“No voy a negar que mucha gente del boxeo me conoció cuando iba a pelear contra Golovkin. No se dieron las cosas, pero no tardó mucho para que se el panorama cambiara”, dijo.
Las autoridades que rigen las peleas en Las Vegas consideraron que Jaime no tenía las credenciales suficientes —invicto en 28 pleitos, con 24 nocauts— para enfrentar a Golovkin.
“Yo siento que sí estaba preparado para vencer a GGG, respeto lo que piensen las personas, pero lo bueno es que ahora ya estoy en la pelea de campeonato que desde niño buscaba”.
Este año, el mexicano ya combatió dos veces, pero nunca en su carrera ha tenido una presentación a 12 rounds y menos contra un campeón como Ali, quien venció al próximo integrante del Salón de la Fama, Miguel Cotto.
“No me asustan los grandes escenarios, es la oportunidad que estaba buscando y mi preparación física fue diferente, tomando en cuenta que por primera vez pelearé a 12 rounds”.
En las apuestas, Sadam Ali es favorito, pero siempre que han dado a Jaime como perdedor, contesta con un nocaut.