El estadounidense Deontay Wilder venció al cubano Luis Ortiz el sábado en Las Vegas en el séptimo asalto y retuvo su título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Wilder
deja ahora su récord en 42-0-1 y 41 nocauts, y "King Kong" Ortiz queda en 31-2 y 26 Kos. Para Wilder, 21 de esas victorias han sido por nocaut en el primer asalto.
Desde el comienzo se notaba mucho respeto entre ambos peleadores tras el anterior combate, y en los tres primeros asaltos se dedicaron a estudiarse.
El cubano se vio con muy buena estrategia en los primeros cinco asaltos, mientras que el campeón se veía muy cauteloso.
Un par de ganchos del cubano en el sexto capítulo penetraron en la guardia del campeón.
Pero, en el séptimo, un derechazo recto de Wilder al rostro del cubano dio por terminada la pelea y el estadounidense retuvo su título de los pesados del CMB.
En el momento del nocaut , las tarjetas favorecían al cubano por dos puntos, pero Wilder cambió las tornas en solo dos segundos.
Hace 20 meses, el estadounidense fue salvado por la campana después de que Ortiz lo tambaleara en la séptima ronda de su primer choque, pero en esa ocasión el campeón se repuso y demostró el poder de su pegada al sentar en la lona al cubano con su derechazo.
Desde entonces, Wilder había peleado dos veces, con un emocionante empate con el británico Tyson Fury en diciembre pasado antes de derrotar a Dominic Breazeale en la primera ronda en mayo.
El boxeador de 34 años tiene una revancha con Fury programada provisionalmente para Las Vegas en febrero del próximo año, y también podría esperar enfrentar al ganador de la revancha del próximo mes entre Anthony Joshua y el mexicano Andy Ruiz en Arabia Saudita.
Tanto la pelea de Fury como un posible combate de unificación con Ruiz o Joshua garantizarían generar muchos millones para Wilder, quien está invicto en 43 peleas y es ampliamente considerado como el golpeador más destructivo de la división.