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Jackie Chan o Bruce Lee
, eso es lo que quería ser, a estos dos personajes de las artes marciales quería parecerse Esmeralda Falcón Reyes.
Pero, en cuanto entró al gimnasio, allá por su natal Xochimilco, encontró un mundo aparte, un mundo mágico dominado por hombres, pero al que ella le pone el sutil y bravo toque femenino. Encontró el boxeo, una forma de crecer en todos los sentidos... Su camino en la vida.
Esmeralda es una más de las mujeres mexicanas que tuvo que luchar contra la represión histórica, social y hasta política de no poder practicar lo que quiere, simplemente por el hecho de ser del sexo femenino. Lo único diferente en su caso fue que “quien se oponía a que boxeara eran mi mamá y mis hermanas, mi papá y hermanos me apoyaron”.
Después de que fue víctima de un asalto, se volvió… “muy tímida. Yo quería ser Jackie Chan o Bruce Lee , me encantan sus películas, y creía que de esa forma me iba a desenvolver mejor”.
Y quitarse el miedo que le dejó ese mal rato en su adolescencia. Pero el destino la llevó por otro lado, encontró un gimnasio de boxeo “y de inmediato quedo atrapada en su disciplina, además de que con esto le taparía la boca a muchos que, por el simple hecho de ser mujer, te quieren limitar. Sé que quizá no puedo llegar a manejar la técnica de un hombre, pero puedo valerme de lo que tengo.
Al final, esto es un mensaje muy claro: no importa ser mujer, grande, chico, gordo, flaco... Nadie debe ponerle límite a tus sueños”.
Todo vale el sueño, no el de ser Jackie Chan o Bruce Lee , sino el de ser Esmeralda Falcón, Esme le dicen sus amigos... Toda una luchadora que hoy busca la gloria panamericana.