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Justin Verlander aceptó ser canjeado a Houston con la esperanza de jugar en la Serie Mundial, y desde entonces ha ganado en todos los juegos que le tocó lanzar (8).
Pero ocho no bastan. Los Astros tienen que ganar en el noveno juego de Verlander o su temporada acabará sin el objetivo cumplido.
“Desde luego. Soy consciente de que esta es una de las principales razones para la que trajeron aquí”, afirmó Verlander.
Seis días después que el derecho tiró un juego completo ante los Yankees para poner a Houston arriba 2-0 en la serie al mejor de siete por el banderín de la Liga Americana, los equipos se vuelven a medir en el Minute Maid Park en un sexto duelo. Los Astros se juegan la vida, después de que Nueva York barriera los tres partidos en el Bronx.
“Tienes fe porque cuentas con Justin Verlander”, declaró el manager, A.J. Hinch. “Su presencia hace que todo el mundo tenga un poco más de energía”, afirmó.
Y los Astros necesitan vigor.
Aaron Judge, Gary Sánchez y los otros jugadores de Nueva York, que sufrieron un par de derrotas 2-1 en Houston, recibiendo 13 ponches de Verlander, llegan bien entonados tras superar 19-5 en carreras y 25-12 en hits en sus tres juegos como local.
Los Yankees están a una victoria de ganar su primer cetro de la Liga Americana desde 2009 y el número 41 en su cuenta.
Houston tiene que ganar con Verlander en el montículo y un juego más para conquistar su primera corona de la Americana. Los Astros aún formaban parte de la Liga Nacional cuando acudieron a su única Serie Mundial, hace 12 años.
Esta serie de campeonato ha calcado el patrón de la Serie Mundial de 2011 para Nueva York, que entonces perdió los primeros dos juegos en Arizona y procedió a ganar tres seguidos en el Yankee Stadium, pero ahora quieren el cuarto triunfo con el que puedan celebrar.