A tres mil kilómetros del río Bravo, el pitcher sonorense Héctor Velázquez se adentra en la nueva normalidad de Grandes Ligas , sin desprenderse de los desafíos que afronta el beisbol al sur de la frontera, donde él dejó un legado.
A una semana de que la Liga Mexicana de Beisbol (LMB ), anunciara la cancelación de la temporada 2020 a consecuencia de la pandemia, Velázquez señaló que los dueños y presidentes debieron tener una mejor alternativa que dejar sin trabajo por un año a sus excompañeros.
“Es un golpe muy fuerte sobre todo para los peloteros. Ahí te das cuenta de muchas cosas. La LMB debió estar preparada para esta emergencia y poder afrontar la situación. No lo tuvieron y ahí se afectó a todos los peloteros y trabajadores”, declaró Héctor Velázquez.
Aunque históricamente las relaciones laborales entre la Liga Mexicana y sus jugadores han sido débiles, a excepción de la huelga de 1980, Velázquez opinó que es tiempo de que el gremio de peloteros se una para tener voz en decisiones como las que tomaron los dirigentes hace ocho días.
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“Hace falta una asociación que abogue ante las injusticias hacia los jugadores, porque desgraciadamente las eventualidades seguirán sucediendo”, reflexionó.
Velázquez disfrutó de una exitosa temporada 2016 con Monclova mientras estaba prestado por Campeche, con marca de 5-1 con efectividad de 2.47, 120 ponches y 16 bases por bolas en 22 aperturas que motivaron a la gerencia de los Red Sox a comprar sus derechos.
Con un anillo de Serie Mundial (2018), el pitcher derecho se mudó a Baltimore, donde ahora experimenta con los Orioles el mundo Covid-19 en el beisbol.
“Por ahora estamos entrenando en dos grupos para estar separados. Además de las pruebas de detección que a todos nos realizaron, tenemos controles de temperatura. Usamos cubreboca en el clubhouse y en los vestidores ya no tenemos un compañero al lado”.
Velázquez y los Orioles están programados para iniciar la campaña el 24 de este mes enfrentando a los Red Sox, la organización con la que el mexicano cruzó la frontera para iniciar el sueño de cualquier pelotero, que es Grandes Ligas.