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Francisco Campos
cerró, entre lágrimas, la serie de reconocimientos que le dio la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en el Juego de Estrellas por su maratónica trayectoria, que es adornada por 199 victorias, 20 temporadas y 2209 ponches.
El apodado ' Pancho Ponches ' disfrutó desde que supo que iba a ser convocado al Juego, que obedeció más a un reconocimiento de su trayectoria a lo que hoy muestra en la loma. Disfrutó cada entrevista con los medios, cada apretón de manos con los directivos y hasta del abrazo que le daba Javier Salinas , el Presidente de la LMB .
Campos
fue designado como abridor en la Zona Sur, pero más bien fungió como un inicialista, como algunos equipos ligamayoristas han impuesto esta tendencia.
El diestro hizo menos de 15 lanzamientos en el juego, pero dominó a los torpederos de la Zona Norte: Junior Lake y Michael Wing, los dos primeros bats de los norteños. Ambos los sometió con elevados.
Luego, el mánager Sergio Omar Gastelum decidió retirarlo antes de que terminará la primera entrada. Campos sonrió, los aficionados en el Alfredo Harp Helú lo ovacionaron de pie y sus compañeros empezaron a abrazarlo.
Campos
se retiró la gorra, dejó ver su cabello entrecano, sonrió y luego dejó escapar algunas lágrimas. Utilizó su manopla para limpiárselas y luego respondió con una sonrisa los aplausos de los fans.
La retirada de su último Juego de Estrellas concluyó con un abrazo que le dio cada miembro del dugout de la Zona Sur . Cuando estaba por concluir, Campos regresó al campo y volvió a agradecer a la afición.
' Pancho Ponches' dejó el campo y ahora solo mantiene una deuda más en el diamante: cumplir con su triunfo 200, el último con el que quiere concluir su carrera.