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La siguiente es una lista incompleta de jugadores que en lo que va de la temporada han conectado al menos dos cuadrangulares.
Michael Wing, Nick Torres, Víctor Mendoza, Danny Ortiz, Féliz Pérez, C.J Retherford, José Vargas, Chris Carter, Alonzo Harris
... ¿Por qué incompleta?
Si pusiéramos el nombre de los 50 bateadores que se han volado la barda en múltiples ocasiones, nos faltaría espacio para contar que la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se enfila a una campaña de récords a la ofensiva, en la que más de un pelotero traspasará la frontera de los 30 jonrones.
Sin contar la jornada de anoche, el comienzo de la LMB (nueve juegos), tuvo un incremento del 56 por ciento en los vuelacercas, respecto al año pasado.
Contabilizados hasta el domingo, los 16 equipos del circuito de verano pegaron 192 HR’s, 69 más que en el comienzo de 2018. El incremento no se detiene en los palos de cuatro esquinas. Tanto imparables como dobletes han engrosado las estadísticas ofensivas y desplomado los números de los pitchers.
Para muchos de nosotros, fuera del terreno de juego, es fácil insinuar que las pizarras con las que terminan los juegos —y que son más parecidos a las de los partidos de futbol americano—, son propiciadas por la nueva pelota Franklin.
Para varios peloteros consultados por EL UNIVERSAL , la Franklin también es la razón.
“La pelota flota mucho
, me he dado cuenta que si bateas fuerte y arriba tienes mucha oportunidad. El problema es para los lanzadores, hasta ahora se están equivocando. En defensa es complicado medir el vuelo”, dijo C. J. Retherford, jardinero de los Piratas (5 HR’s).
Puede parecer algo simple, pero el cambio mínimo de peso o detalles en la manufactura de la pelota provoca una nueva forma de intentar batear o lanzar.
“ Lo que se tiene que trabajar a la ofensiva con esta pelota es la consistencia, evitar los gaps en la caja de bateo. Los bateadores saben que la bola vuela más que antes y el error llega cuando quieren conectar más fuerte para conseguir más cuadrangulares. Cuando entiendan todos los jugadores que con el mismo swing la bola vuela más, entonces habrá más cuadrangulares”, dijo José Macías, coach de bateo de los Diablos Rojos.
Hasta el momento, sólo los Tigres de Quintana Roo y los Olmecas de Tabasco tienen menos jonrones respecto al año pasado.
El estadounidense Michael Wing , desde ya, es una seria amenaza para el récord de 54 cuadrangulares que en 1986 estableció Jack Pierce. Wing contabiliza siete bambinazos en nueve encuentros.
Para los jugadores y los coaches, el retraso en la entrega de pelotas afectó a los lanzadores, que todavía batallan para adaptarse a la Franklin.