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El jardinerito panameño Rolando Rodríguez escuchó la pregunta de un reportero en inglés, pero no la entendió. Así que el campocorto Tai Peete, de Georgia, se decidió a ayudarlo.
Con destreza, tecleó las palabras en Google Translate, para preguntarle de qué forma los niños participantes en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas están compartiendo la tecnología.
La pregunta encontró una respuesta más que evidente.
“Fue más fácil de lo que yo esperaba”, dijo Rodríguez acerca de la capacidad de superar las barreras del idioma.
Así transcurre la vida en el International Grove, el conjunto de dormitorios donde se hospedan los integrantes de los 16 equipos durante el torneo. Las aplicaciones celulares e incluso los videojuegos facilitan para los chicos el conocerse y comunicarse.
Y los dispositivos móviles son una parte clave de esta experiencia, en vez de ser una distracción. Participan ocho equipos de Estados Unidos y ocho internacionales, incluidos México, Panamá y Puerto Rico.
Los peloteros usan Translate para hacer preguntas en su propia lengua. Luego, entregan el teléfono a sus interlocutores, que leen o escuchan las preguntas traducidas. Esta herramienta permite hacer traducciones entre más de 100 lenguas.
Las bondades de la tecnología están transformando algunas tradiciones del torneo. Por ejemplo, cada equipo trae prendedores conmemorativos que intercambia con los otros conjuntos. Antes, el lenguaje corporal constituía la manera de realizar el intercambio de estos pins.
Ahora, la tecnología permite hacer peticiones directas.
Mediante los teléfonos, no es necesario hablar siquiera. Sin embargo, es común que el chico de un país ayude al de otro a pronunciar las palabras que lee. Ello incentiva a que todos adquieran ciertas nociones de otra lengua en el proceso.
“Hablé con el equipo de México”, relató Peete. “Yo decía ‘Little league’ (Pequeñas Ligas) pero ellos no podían pronunciarlo, así que les ayudé”.
El espacio que alberga a los pequeños peloteros incluye simuladores de un juego de bolos y de una carrera de motocicleta. Es posible jugar también tenis de mesa.
Las habitaciones tienen camas y televisores, pero no cuentan con conexión a internet mediante Wi-Fi.
Con destreza, tecleó las palabras en Google Translate, para preguntarle de qué forma los niños participantes en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas están compartiendo la tecnología.
La pregunta encontró una respuesta más que evidente.
“Fue más fácil de lo que yo esperaba”, dijo Rodríguez acerca de la capacidad de superar las barreras del idioma.
Así transcurre la vida en el International Grove, el conjunto de dormitorios donde se hospedan los integrantes de los 16 equipos durante el torneo. Las aplicaciones celulares e incluso los videojuegos facilitan para los chicos el conocerse y comunicarse.
Y los dispositivos móviles son una parte clave de esta experiencia, en vez de ser una distracción. Participan ocho equipos de Estados Unidos y ocho internacionales, incluidos México, Panamá y Puerto Rico.
Los peloteros usan Translate para hacer preguntas en su propia lengua. Luego, entregan el teléfono a sus interlocutores, que leen o escuchan las preguntas traducidas. Esta herramienta permite hacer traducciones entre más de 100 lenguas.
Las bondades de la tecnología están transformando algunas tradiciones del torneo. Por ejemplo, cada equipo trae prendedores conmemorativos que intercambia con los otros conjuntos. Antes, el lenguaje corporal constituía la manera de realizar el intercambio de estos pins.
Ahora, la tecnología permite hacer peticiones directas.
Mediante los teléfonos, no es necesario hablar siquiera. Sin embargo, es común que el chico de un país ayude al de otro a pronunciar las palabras que lee. Ello incentiva a que todos adquieran ciertas nociones de otra lengua en el proceso.
“Hablé con el equipo de México”, relató Peete. “Yo decía ‘Little league’ (Pequeñas Ligas) pero ellos no podían pronunciarlo, así que les ayudé”.
El espacio que alberga a los pequeños peloteros incluye simuladores de un juego de bolos y de una carrera de motocicleta. Es posible jugar también tenis de mesa.
Las habitaciones tienen camas y televisores, pero no cuentan con conexión a internet mediante Wi-Fi.