Si se juega, la temporada 2020 de las Grandes Ligas será atípica en muchos aspectos, entre los cuales, destaca la muy probable ausencia de aficionados en las gradas, situación que disminuiría considerablemente los ingresos de una Liga que se caracteriza por dar salarios estratosféricos a sus estrellas.
Por eso, la oficina del comisionado ha entrado en una ardua negociación con la Asociación de Peloteros ( MLBPA ) para reducir sus sueldos y con ello el impacto económico de la crisis derivada del coronavirus; el 26 de marzo, hubo un primer acuerdo, pero MLB quiere más y ya se topó con el primer obstáculo: Max Scherzer .
En sus redes sociales, el pitcher estelar de los Nationals , quien además forma parte del subcomité ejecutivo de MLBPA , rechazó la propuesta que la Gran Carpa emitió el miércoles, en la que sugirió un segundo ajuste salarial basado en escalas —que afectarán más a los mejor pagados—.
"Después de discutir los últimos avances con el resto de los jugadores, no hay necesidad de comprometerse con MLB en más reducciones compensatorias", escribió.
Algunos reportes indican que estas palabras causaron preocupación en Rob Manfred , al venir de un tres veces ganador del Cy Young y actual campeón de las Mayores, cuya influencia mediática es considerablemente mayor a la de otros personajes que se han pronunciado.
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"Ya previamente habíamos negociado un recorte del pago en la versión de los salarios distribuidos, y no hay justificación para aceptar un segundo recorte, basado en la información que la asociación ha recibido", continuó el lanzador.
Por si su sola figura no bastara, Scherzer se dijo "feliz de escuchar a otros jugadores manifestando el mismo punto de vista", al tiempo que lanzó una recta hacia la administración de la Liga : "La estrategia económica de MLB cambiaría completamente si toda la documentación se volviera del dominio público".
Independientemente del formato provisional que adopten, las Grandes Ligas planean el Opening Day para el 4 de julio, pero el desencuentro con sus protagonistas podría postergarlo una vez más y obligar a una —ya probable— disminución en la cantidad de juegos.