La semana pasada, durante la asamblea de dueños de la Liga Mexicana de Beisbol, se presentó el reporte general 2019, en el que —entre otras cosas— se valoró como un acierto la introducción de la pelota Franklin en el certamen, al señalar que si se hubieran mantenido con la Rawlings , habría una mayor cantidad de cuadrangulares, como está ocurriendo esta campaña en Grandes Ligas.
Sin embargo, a la oficina de la LMB se le olvidó notificar a los dueños que la Rawlings que se ocupa en la Gran Carpa no es la misma con la que se jugaba en México durante las anteriores campañas. El de acá era otro modelo, más económico.