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Fueron casi 14 años los que Manny Barreda
luchó, aguantó y sufrió por llegar a Grandes Ligas . Un tiempo que se convirtió en un sube y baja de emociones para el lanzador de padres mexicanos, pero nacido en Prescott, Arizona.
De perfecto castellano y con increíbles números en el beisbol de México, “Mannyday” vio cumplido su sueño el pasado miércoles en la sorpresiva victoria de l os Orioles sobre Kansas City. Pero no sólo fue el debut en la Gran Carpa, el tricolor se adjudicó el triunfo con una labor de una entrada en la que enfrentó a tres bateadores (1 ponche).
“No perdí el enfoque de estar aquí. Agradecido de estar aquí, viviendo el día a día. Yo sé que mi tiempo está un poco contado, pero agradecido. No pensé en aspirar a una victoria, lo único que pensaba era 'tengo que tirar strikes, entrar a la zona”, declaró Barreda en videoconferencia.
Hubo días en lo que pensó abandonar ese sueño y volver al beisbol mexicano, con los Toros de Tijuana; sin embargo, tenía dos grandes motivaciones: Ser ejemplo de perseverancia para todos los mexicanos y demostrarle a su hija que se puede.
“Mi familia nunca se da por vencida y siempre me respaldaron . Tener hijos, tengo a Sofía, mi hija, y pensaba en decirle 'lo logré, lo hice con perseverancia'. Además demostrar que la nación mexicana tiene con qué y que las cosas no vienen por sí solas”, relató.
“Mannyday”
sabe que su tiempo es corto, pero también valora la oportunidad porque era la última que esperaría para Grandes Ligas.
“No me siento como una historia de cenicienta, lo veo de otra manera, son experiencias que nunca voy a olvidar. Aquí en Estados Unidos ven la liga mexicana como un bajón, pero para mí es de las experiencias más bonitas que he tenido, me da alegría. Yo no lo veo como una batalla”, aseveró.