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El Audi azul S5 con el que Jeff Luhnow llega todos los días al estadio de los Astros desde la primavera de 2014, ya no tiene la misma matrícula. La placa que se podía leer GM111 (General Manager) y que hacía referencia a las 111 derrotas que sufrió el equipo en 2013, fue modificada por OCTOBB, una mezcla de octubre y beisbol.
Al igual que la lámina trasera del auto de Luhnow, los Astros de Houston cambiaron. Se desprendieron de los números perdedores para engrosar la columna de victorias gracias al trabajo del gerente general que tomó las riendas del equipo en 2012.
De 111 derrotas, Lunhow revirtió a 101 victorias este año.
Jeff, quien nació en Ciudad de México es la brisa que refrescó a la organización al adoptar la filosofía Moneyball.
“Mis padres Bárbara y Chris Luhnow llegaron al DF en 1965 para un trabajo que se suponía sería de dos años. Yo nací un año después y viví mi infancia en México”, recordó Luhnow.
Como responsable de la novena texana, el mexicano impregnó su filosofía. “No quieres ser terco; quieres aceptar nueva información y comentarios, pero debes tener principios en los que te apegas y en los que crees e ignoras”.
Durante siete años, Jeff consiguió fortalecer el sistema de sucursales para nutrirse con los frutos de casa y mantener una nómina de 150 millones de dólares, la décima quinta más baja de MLB y 115 mdd menos que la que pagan los Dodgers, con los que disputan la Serie Mundial a partir de mañana.
“Hay mucha información que en años anteriores no se tenía. La diferencia está en tomar es convertirla en resultados positivos”.
El capitalino desde su palco será el único representante mexicano en la Serie Mundial.