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Las miradas suelen estar sobre Japhet Amador al momento de tomar el bat. Sus más de 200 cuadrangulares lo avalan . Pero a veces también juegan en contra, todo lo que no sea un imparable o se acerque a la barda de advertencia suele ser criticado. Así son los jonroneros.
El mes de agosto solía ser de sonrisas para el “ Gigante de Mulegé ”, con los playoffs en puerta, el toletero de los Diablos Rojos se crecía y recogía aplausos.
En el 2018 las sombras cayeron sobre él, una acusación de dopaje manchó su estancia en la poderosa liga de Japón , donde en tres años sumaba más de cincuenta cuadrangulares.
Se defendió sin éxito, terminó castigado y lejos de la pelota nipona. Desde México intentaron repatriarlo pero la Liga se lavó las manos y se los impidió.
Fueron meses de oscuridad que no quisiera recordar. “Ahora mismo quiero olvidarlo. Sé que no era culpable pero ya quedó atrás. Quiero concentrarme en Diablos Rojos , ser campeón y dejar atrás el problema de la lesión”.
Ese malestar en el talón que no le ha permitido rendir como quisiera, y lo ha dejado fuera en varias noches de beisbol. “Es difícil jugar con lesión, uno siempre quiere darlo todo cuando te paras ahí, estoy entregado para buscar sacar la temporada y terminar el año bueno, junto a los compañeros buscar el campeonato”.
Veintisiete cuadrangulares y más de cien carreras impulsadas sería una temporada soñada para cualquier pelotero en la Liga, no lo es tanto para Amador, quien se niega a recriminar que la gente critique tanto su desempeño. “La afición no sabe siempre cómo estás jugando, pero no es su responsabilidad tampoco, uno debe estar concentrado en sacar los juegos, luchar y apoyar en lo que sabemos. Estamos muy conjuntados para esperar lo que viene que será muy duro”.
Así que no se rinde y se crece al castigo, al final de cuentas, es de los peloteros más seguidos y asume el reto de llevar lejos a los pingos en los pplayoffs. “Es algo importante el apoyo de la afición y poder responder al momento clave para ayudar al equipo, para eso estamos acá. Siempre queriendo impulsar carreras y ganar juegos”.
Y lo demostró este viernes, cuando entró de emergente para con imparable darle la victoria a los pingos, 2-1, sobre los Tigres de Quintana Roo, en Estadio Beto Ávila.