Para Sergio Gastélum todo termina donde empieza... al menos en el beisbol.
Nativo de Ciudad Obregón, el Güero disputó a finales de 2017 su último encuentro como jugador profesional. Lo hizo con los Yaquis, al equipo que desde niño admira y del que ahora es manager.
“Tengo la dicha de manejar al club que admiro. No me esperaba la oportunidad tan rápido, pero eso no quita el deseo de que mi nombre quede marcado en la historia de la organización”, declaró.
Desde 1961, con Óscar Liogón, ningún obregonense había dirigido Yanquis, hasta Sergio Omar Gastélum, quien busca que su historia sea la del hijo pródigo que regresa a casa para lograr un campeonato de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), que no celebra la ciudad desde hace cinco años.
“Aquí [Ciudad Obregón] terminé mi carrera, la gente me conoce desde niño. Entiendo la exigencia de esta organización que con el tiempo se ha vuelto de las más protagonistas en el Pacífico y a nivel del beisbol del Caribe”, dijo.
El sentido de arraigo y proximidad le ha dado resultados hasta el momento a los directivos de Yaquis. Con 20 victorias y 18 derrotas (antes de la jornada de ayer en la noche), Obregón resucitó al poner a Gastélum en lugar de Óscar Robles, quien en nueve encuentros consiguió el 30% de triunfos.
“Por desgracia tomé el equipo por el despido de un compañero. Es algo que no se le desea a nadie, pero en una Liga tan corta, las decisiones son así. No hay mucho tiempo para recuperarse”, confesó.
Con menos de un año como manager, el Güero ha tenido resultados que merecen más de un aplauso. En el segundo torneo de la Liga Mexicana de Beisbol, también entró en papel de rescatista de los Guerreros. Sin contar con figuraras, llevó a la novena oaxaqueña a la final, que perdió en siete juegos con Sultanes.
“Nadie daba un centavo por nosotros. Con Oaxaca me tocó entrar por Joe Álvarez y conseguimos un resultado muy bueno. Peleamos y demostramos que teníamos la calidad que cualquiera”, presumió.
Gastélum empezó el año dirigiendo a los Marineros de Ensenada, una sucursal de Liga Mexicana en la que arrancó su carrera como manager y que tuvo que dejar para incorporarse a los Guerreros. Con Ensenada consiguió el liderato en la primera mitad de la campaña. Aunque en realidad, venía preparándose desde hace tres o cuatro campañas. En gran parte, gracias a Miguel Ojeda.
“Mucha gente no lo sabe, pero ya me veía desde hace varios años. Como jugador, siempre me gustó ser un líder, alguien que empujaba al resto”, reveló.
Amigo de la sabemetría, Sergio Omar Gastélum señaló que su principal sello como manager será tratar a los peloteros como a él le gustaba que lo trataran y comprometerse con ellos, más allá de lo que sucede dentro del diamante.