Esta semana los Diablos Rojos del México regresan a jugar en su nuevo estadio y los aficionados del equipo escarlata ya urgen porque las cosas cambien con la empresa encargada de administrar el recinto.
El mal sabor de boca para los fans de los Diablos comienza desde el momento de llegar a la taquilla donde Ocesa informa mediante su personal de venta, que no hay disponibilidad de las localidades más económicas al argumentar que están agotadas.
Lo cierto es que durante el juego, estas zonas están despobladas. Esto ha molestado mucho al público que ya en el momento no les queda de otra que comprar los que Ocesa quiere.