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Los pasos pausados de Gloria Hurtado parecen detener el tiempo. En cada movimiento arrastra el cansancio de 54 años de venta, de sol a sol, de cachitos de lotería.

Las calles del centro de la capital han sido pisadas incontables veces por Doña Gloria y a pesar de ello, ayer por la tarde decidió desgastar un poco más su cuerpo para agradecer al empresario Alfredo Harp, el amor que tiene por México.

Anoche se realizó el sorteo 3702 de la Lotería Nacional el cual fue honrado al nuevo estadio de los Diablos Rojos del México, propiedad de Alfredo Harp Helú.

Al no hallar al empresario, acude con Iván Terrazas, capitán de los Diablos. Sin complejos, poniendo el alma en aliento le pide que le entregue un cachito que le regala.

El gesto va con pilón para Terrazas que por ser mensajero recibe otro boleto de la lotería por parte de Doña Gloria.

El Capi se guarda a la altura de su corazón, el par de boletos que representan casi 50 pesos menos en la economía de Gloria, que a decir verdad, está con dos outs y dos strikes.

“Que tengan suerte”, dice la mujer de más de 80 años de edad para despedirse y volver a caminar la cabeza gacha y los pasos que parece que detienen el tiempo.

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