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En los casi 10 años que tiene de la constructora texana Innovative Commercial Interiors LL, el dueño Matt Cessna ha tratado con decenas de trabajadores que si bien han cumplido con su labor, están por debajo del compromiso del tamaulipeco Abraham Ramos , quien a diario acude a las obras con la misma dedicación de quien cuida su negocio.
Ramos, de 35 años de edad, es integrante de una familia beisbolera —como casi todo Nuevo Laredo—, ciudad de donde es originario. Su padre es jugador amateur y recuerda que según fotografías, le puso una manopla incluso antes de que aprendiera a caminar.
Residente de Houston desde los cinco años de edad cuando cruzó de ilegal junto con el resto de su familia, Abraham entregó su corazón y gran parte de sus mesadas a los Astros .
“Cuando podía ahorraba para comprar alguna prenda o gorra de los Astros. El equipo representa el amor de mi familia por el beisbol , siempre he sido de los Astros y nunca dejé de apoyar”, comentó el mexicano.
Pero para estar en un juego de Serie Mundial , no son suficiente los ahorros de la semana o la prima vacacional. El costo de un boleto pasa los mil 500 dólares (28 mil 500 pesos), más 200 dólares que por lo menos se gastan en comida y bebida.
Sin desembolsar dinero, Abraham acudió al Minute Maid Park para ver a los Astros en el cuarto encuentro de la Serie Mundial . Va ataviado con un sarape que mandó hacer con los colores y logo de la organización, además de un sombrero revolucionario .
Su jefe, Matt Cessna , es el responsable. El estadounidense decidió recompensar a Abraham con la entrada y todo los gastos pagados, como si fuera un premio de alguna promoción a Disneyland , pero mucho mejor para este amante el beisbol.
“No podía hacer menos por él que tanto hace por mí. Es por su trabajo duro que nuestro negocio ha logrado posicionarse y mantenerse sólido”.
Para Cessna el beisbol no significa mucho. Sabe de los Astros porque es parte de la cultura de su ciudad, pero estar en el estadio le provocó más alegría de la que pensaba al ver la ilusión de Abraham.
“Es el mejor jefe que alguien pueda tener. No sólo por lo que hizo al traerme al juego. En verdad me ayuda cada que se lo pido”, añadió Ramos.
En este binomio no existen las nacionalidades ni peldaños en el organigrama . Por eso comulgan con la idea de construir lazos y no muros. Ambos reprueban las iniciativas antimigrantes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Lo que mejor podemos hacer es demostrar que estamos juntos. Que ambos países son hermanos y se necesitan”, apuntó Abraham.
Al final, como se desarrolló está entrevista entre inglés y español, el mexicano y el estadounidense son una mezcla que genera una cultura de solidaridad y amistad