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Los locales no saben ganar hasta el momento en esta Serie Mundial . Los Astros de nuevo se pulen ofensivamente hablando y arreglaron con tintes de paliza otra vez a los Nationals 7 carreras por una. Gerrit Cole se llevó la victoria con una inmensa labor de siete innings, tres hits y una sola carrera, la que entró por cuadrangular del dominicano Juan Soto, que le hizo tres buenos contactos en la noche y que fue el único en la alineación de los Nats que le representó algún peligro.
Con esta labor, Cole sube muchísimo sus bonos con miras a la agencia libre, la que alcanzará terminando este Clásico de Otoño .
Lo meritorio del trabajo fue que basó sus secuencias en sliders y en curvas, no tanto en la recta que ya por carga de trabajo, había carecido de rotación y de viveza en sus dos anteriores salidas, en las que contra Yankees únicamente había conseguido tres swings fallidos con ese pitcheo y en el primero de la Serie Mundial, en que solo hizo que los Nats abanicaran 8 veces ese tipo de lanzamiento. Hizo el ajuste y merecidamente se llevó la victoria.
Para los Nacionales, todo empezó mal al anunciarse que Max Scherzer no podría abrir el encuentro por estar padeciendo un cuadro de espasmos en el trapecio, pese al cual no se descarta su participación si es que este compromiso llega a siete juegos.
De emergencia tuvo que tomar la bola el zurdo Joe Ross , quien había tirado dos innings en el último mes y que en cinco episodios solamente cometió dos errores que le costaron la derrota con trabajo de cinco entradas, cinco hits, 4 carreras, dos bases por bola y un ponche; el primero ante el cubano Yordan Álvarez, que regresó al line up titular a botársela en la segunda entrada con Yulieski Gurriel abordo para las primeras dos carreras y el otro ante el boricua Carlos Correa, quien la envió al descanso eterno con el propio Álvarez en los senderos en la cuarta, marcando el 4-0 favorable a los texanos en ese momento.
Aquí cabe consignar que Correa parecía estar ponchado, pero el umpire principal, Lance Barksdale lo indultó. Barksdale hizo el día de hoy, uno de los más precarios e inconsistentes trabajos detrás de home en contra de ambos equipos, lo que no quita la justicia del triunfo de los Astros esta noche. Si pensaba Usted que lo hecho por el señor Porter en el primer encuentro fue malo, Barksdale hizo bueno aquel refrán que reza: “Alguien vendrá, que bueno me hará. Por ello, fue duramente abucheado, lo mismo que el Presidente Donald Trump, quien fue sacado brevemente a cuadro en la pantalla gigante del estadio, por no más de diez segundos en la cuarta entrada y se llevó pitos y flautas acompañados de un “Lock him up” (enciérrenlo) que se escuchó casi unánime.
George Springer también tuvo una noche productiva para los de la estrella solitaria, al irse de 3-2 con doblete, su décimo quinto cuadrangular en postemporada y séptimo en Clásicos de Otoño, dos anotadas y dos empujadas.
Para el sexto en Houston , los Nacionales cuentan con que Justin Verlander no ha ganado en Serie Mundial y tiene números peores que los de Clayton Kershaw a quien muchos criticamos por no tener valor para que su innegable talento se vea en postemporada. Cuentan con Stephen Strasburg en una noche de inspiración y con que su ofensiva, que ha estado más limitada que el agua en el desierto del Sahara en estos tres juegos en casa, donde hizo tres miserables carreras, despierte en Texas.
Así, la capital de los Estados Unidos no ha visto una victoria de un equipo que la represente en Serie Mundial como local desde el 5 de octubre de 1933, cuando de la mano de Earl Whitehill en el desaparecido Grifith Stadium, los Senadores derrotaron 4-0 a los Gigantes de Nueva York y “Fat” Freddie Fitzsimmons . La suerte está echada, Nacionales vuelve a Houston en situación comprometida, pero distan mucho de estar muertos.