Alexa Grasso , al igual que muchos deportistas en México , tuvo en su familia a ese primer impulso que la acompañó. Es por eso que le dedicó su más reciente triunfo, sobre Valentina Shevchenko, que la ubicó como la primera mujer tricolor campeona en UFC .
Un camino que no fue nada sencillo y que la llevó a pelear en discotecas y mezclar su educación con empleos fuera del deporte para ganar dinero. Sólo así alcanzó sus sueños. Camino que recordó en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes .
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“Mi primera pelea fue en una discoteca. Siempre tuve que llevar buenas calificaciones a casa. Desde temprano iba a la escuela, después al gimnasio y realizaba mi trabajo de recepcionista. Hubo un tiempo en el que dejé de entrenar y busqué otros trabajos, de mesera y secretaria”, mencionó.
Esfuerzos que tuvieron un punto culminante el fin de semana en la T-Mobile Arena , en la que —con el apoyo de miles de mexicanos— salió con la mano en alto, instante que visualizó mucho previo a subir al octágono.
“Fue un momento muy especial. Soñé mucho con eso, lo veía todos los días en mi cabeza. Tengo una coach mental que me ayudó bastante en eso y uno de los ejercicios era visualizar todo. Parecerá loco, pero creo que sirvió mucho”, reconoció.
Grasso, quien se sumó a Yair Rodríguez y Brandon Moreno como campeones tricolores en la UFC , destacó las cualidades de los peleadores mexicanos, asegurando que siempre dejan el corazón en cada combate.